El apio consume rápidamente los nutrientes, por lo que, a no ser que el suelo sea extremadamente fértil, se deben aplicar grandes cantidades de fertilizantes. Se pueden aplicar grandes cantidades de fertilizante, pero se deben mantener los niveles de nitrógeno bajo control.

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El brócoli puede cultivarse en una gran variedad de suelos, pero crece mejor en suelos limosos bien drenados y ricos en materia orgánica. Los suelos limo-arenosos son mejores para cosechas tempranas. El valor de pH del suelo se debe ajustar a 6,5 - 6,8 para maximizar las cosechas.

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La endivia necesita grandes cantidades de potasio, del que consume aproximadamente 2,5 veces más que de nitrógeno. El valor óptimo de pH del suelo es de entre 6,5 y 6,8, y puede ser necesario realizar enmiendas calizas cuando el pH es inferior.

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La espinaca necesita gran cantidad de nutrientes, por lo que el suelo debe ser profundo y fértil. Tiene una tolerancia salina moderada y el umbral de salinidad que provocaría la pérdida de la cosecha es de 3-4 dS/m.

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La lechuga necesita temperaturas frescas de entre 15 °C y 20 °C. Las variedades iceberg no forman cogollos a temperaturas más altas. Es un cultivo de rápido crecimiento, con un ciclo de vida de entre 45 y 70 días desde la plantación hasta la cosecha.

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El perejil es un cultivo de ciclo corto, apreciado exclusivamente por sus hojas verdes. Dependiendo de la duración de la temporada de crecimiento, se pueden recoger 3 o 4 cosechas.

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