ICL SF participa activamente en la La III Jornada Técnica de Viñedo de Castilla y León

22 abril 2016
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La III Jornada Técnica de Viñedo, celebrada en Valladolid el pasado viernes, acogió a más de 300 agricultores y profesionales de un sector en auge, como es el viñedo, y llegados desde distintos puntos de Castilla y León, además de otras partes de España, como Galicia, Castilla La Mancha y Madrid. Un evento que ha suscitado el interés tanto de los que trabajan día a día en el viñedo como del resto de profesionales que forman parte de la cadena, hasta el punto de venta del vino. Todos ellos tuvieron la oportunidad de conocer las novedades del sector, la normativa vigente y los nuevos modelos de maquinaria.

Pero sin duda alguna hubo tres ponencias que despertaron un gran debate entre los conferenciantes y el público, muy atento en cada una de las conferencias, y que abordaban la modificación en los derechos de plantación de viñedo, el problema de la yesca y cómo combatirla, y el negocio de la viña junto con el precio que se paga por la uva, tema que cerró esta tercera edición de la Jornada Técnica de Viñedo.

El encuentro, donde se recordó que el consumo por persona y año ha pasado en España de 65 a 15 litros, sirvió para conocer que solo dos denominaciones de las nueve presentes en Castilla y León atraviesan una situación positiva. Son las DO Rueda y Ribera, y en este segundo caso “son apenas medio centenar las que registran un buen índice de ventas”, según explicó el presidente de la Denominación de Origen Cigales, Pascual Herrera.

Algunos datos hechos públicos durante la jornada corroboraron la situación que atraviesan las dos comarcas, como el hecho de que ambas sumen el 90% de las solicitudes de plantación en la comunidad autónoma. O el que la provincia de Valladolid se haya llevado el 60% de las ayudas a reestructuración de viñedo, sobre todo gracias albergar la mayor parte de la superficie de la Denominación de Origen Rueda.

De fertilizacion habló Lorenzo Elorduy, director técnico de ICL, quien recordó que debe haber un equilibrio nutricional en el suelo, que debe contar con un 10-15% de sales, un 20-40% de agua y un 40-50% de oxígeno para que la planta respire. Todo viticultor debe diseñar una estrategia de fertilización, para lo cual es fundametal realizar análisis de suelo y foliares. En el caso de la viña, al tratarse de un cultivo leñoso, gran parte de la fertilización que realicemos servirá para el año siguiente o para dentro de dos años. “Por eso si detectamos una carencia en la planta debemos ir a la fertilización foliar”. También es oportuna si hay elevados niveles de pH en el suelo, “o si un nutriente determinado falta o está bloqueado”. Además, recomendó que el fertilizante foliar sea compatible con el fungicida.