Todas estas plantas normalmente proceden de viveros donde se han reproducido por semilla o esqueje según especie, en alveolos o bandejas con las dimensiones apropiadas y donde se utilizan sustratos de textura media-fina para que se puedan desarrollar sus raíces iniciales con la mayor facilidad posible. Estas plántulas que provienen de los viveros en alveolos o bandejas serán plantadas en un terreno que previamente ha sido debidamente acondicionado, de manera que éste tenga la textura lo más suelta posible para que las raíces se desarrollen sin obstáculos, es por ello que haremos alguna aportación de un sustrato orgánico acompañado de un abono de liberación controlada, que nos aportará los nutrientes de una manera constante y continuada y justo en la zona donde están las raíces, consiguiendo un aprovechamiento máximo de los nutrientes de una manera segura y eficiente. Más adelante podremos aportar los nutrientes por vía riego si es posible y sino con granulados encapsulados que irán liberando poco a poco y aportando todos los nutrientes necesarios en el desarrollo total del cultivo.